El libre comercio en América Latina y el Caribe, si bien promete ventajas para las economías de la región, también abarca una serie de riesgos importantes para su población. Así, se analizan las consecuencias del libre comercio para la población infantil.
Se proporcionan una serie de datos sobre el libre comercio en la región, su historia y la relación con la agricultura, como fuente de ingresos y estrategia de consumo de gran parte de las familias pobres de la región. Son identificadas las siguientes consecuencias para la población infantil: el aumento de la pobreza dado por la reducción de los ingresos salariales para las familias, lo cual lleva a un aumento de las tasas de trabajo infantil y deserción escolar; el aumento de la desnutrición infantil a causa de las dificultades a las que se enfrentan los productores agrícolas; la desintegración familiar ocasionada por las necesidades de migrar por el desempleo rural; la falta de inversiones suficientes para educación y salud como consecuencia de la reducción de la inversión pública social.
Finalmente, se argumenta sobre la necesidad de crear un sistema comercial equitativo, que reconozca los distintos niveles de desarrollo de los países, en un ámbito adecuado de inversión y protección social para que el libre comercio propicie beneficios en la población infantil.