Antes de la globalización, la identidad cultural en tanto sentido de pertenencia a una comunidad, sobre la base de cosmovisiones, valores y estilos de vidas comunes, nacía y permanecia en un territorio especifico, con una tradición que organizaba sistemas tecnológicos, conocimiento y actividades. Si estos provenían de afuera se adaptaban a los sistemas simbólicos locales. Hoy irrumpe la identidad de consumidores, quienes tienen la necesidad de sentirse reconocidos e iguales a otros por el vestir, el beber y usar ciertos productos que superponen diferencias en una sociedad estatificada y discriminatoria. A través del acceso a determinados productos se hacen menos visibles otras diferencias logrando cierta homogeneización para lo sectores de menos recursos.
Este documento se basa en la experiencia de la infancia en Chimbote, Perú.
Emma Rosa Aguirre. 2005.
Emma Rosa Aguirre. 2005.