El presente trabajo pretende plantear la desigualdad en la distribución del ingreso y la riqueza como el punto central de la agenda económica y social de la región y discutir propuestas para su superación a partir de un modelo de ciudadanía que recupere de la tradición de la política social la centralidad de los derechos, la solidaridad y por sobre todo, la construcción de formas más inclusivas de organización social.
La hipótesis principal de este artículo es que la política social predominante en la Región continúa esquivando el principal problema social : la desigualdad en la distribución del ingreso y la riqueza.
En este sentido, se plantea que expandir el proceso para una ciudadanía emancipada con todo lo que ello implica -fundamentalmente hacer política social como en su verdadera tradición-, es acumular en capital social que es lo que «sella» económica, social y políticamente una organización social para posibilitarle su desarrollo. Un programa redistributivo no presupone una verdad definitiva y acabada. Por el contrario, implica sumergirse en la incertidumbre de la construcción de la justicia social y, en un estado esencialmente deliberativo, para poder procesar los acuerdos/soluciones imprescindibles para la democracia y el desarrollo.
Descargue el artículo de Eduardo S. Bustelo y Alberto Minujín: La política social esquiva