Constituir a la infancia como medida de desarrollo local es una oportunidad para la garantía de los derechos y el bienestar de niñas y niños, pero también implica una serie de condiciones que trascienden los beneficios exclusivos para la niñez y se extienden al conjunto de la sociedad.
Tomar a la infancia como medida de desarrollo local significa además considerar el desarrollo de otros grupos sociales, incluyendo sus propios cuidadora/es (madres, padres, abuelas/os, hermanas/os mayores, profesionales y técnicos), sus familias y comunidades.
El informe «La infancia como indicador de bienestar en contextos locales» brinda una serie de reflexiones, orientaciones y prácticas de referencia para construir comunidades más inclusivas y con mejor calidad de vida, desde la perspectiva infantil.
Constituir a la infancia como medida no es una tarea libre de desafíos. A partir de las iniciativas analizadas en el informe, surge el reto de lograr una mayor articulación entre las distintas propuestas que muchas veces conviven de manera aislada en los territorios. También es una tarea tender puentes entre las iniciativas de contraloría social y la forma como los gobiernos locales asumen y resuelven las demandas ciudadanas.
Permanece la necesidad de que se produzcan oficialmente más y mejores indicadores locales sobre las condiciones de vida de la niñez. Una de las problemáticas que se enfrenta es la disponibilidad de datos comparables a lo largo del tiempo, así como la frecuencia, facilidad y factibilidad de recolección.
También es necesario profundizar en acciones que den cuenta de las percepciones sobre la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes tanto de personas adultas como de ellas/os mismas/os. Asimismo, es necesario involucrar en mayor medida a las comunidades en la identificación de problemáticas y en el monitoreo de los programas.
Se continúa identificando la necesidad de una mayor coordinación entre los distintos organismos, sectores gubernamentales y niveles de gobierno (nacional, regional, local) cuya labor incide en el bienestar de la infancia; así como la necesidad de garantizar contextos de bienestar para las/os profesionales y técnicas/os que ofrecen cuidado infantil y otros servicios a niñas y niños.
Finalmente, para avanzar en planteamientos que permitan la construcción de ciudades más inclusivas y que puedan ser evaluadas a partir de la medida del bienestar que ofrecen a la infancia, es preciso contemplar la mirada de derechos de la infancia y de equidad en el diseño urbano.
Descargue el informe: La infancia como indicador de bienestar en contextos locales