La presencia de hijos e hijas en casa durante todo el día, la imposibilidad de esparcimiento afuera y consecuente sobre exposición a la tecnología y medios de comunicación, obliga a padres o tutores a estar atentos y ayudar a entender la pandemia de Coronavirus. Los adultos, en ese sentido, deben asumir un rol preponderante que facilite en niños y niñas la comprensión de un fenómeno complejo, contribuya a maximizar la prevención, y estimule prácticas de higiene con mayor énfasis.
Asumir ese desafío implica, sin lugar a dudas, tener claras las medidas preventivas para luego poder explicarlas, y alejar a los menores del tratamiento sensacionalista que puede llegar a tener el tema. UNICEF ha elaborado una serie de recomendaciones destinada a padres, madres, cuidadores y docentes donde se enfatiza en la contención emocional de niños y niñas, para evitar ansiedad y miedo a la incertidumbre. Se pone de manifiesto el lograr un acompañamiento tal que estimule en menores la reflexión crítica de lo que ven o escuchan, la desdramatización si se adoptan las indicaciones de autoridades competentes, y el afianzamiento del principio de solidaridad que supone “cuidarme para poder cuidar”, esto es, ser disciplinados en las instrucciones de las autoridades sanitarias para evitar la infección y, de no poder evitarla, su propagación.
Equidad para la Infancia viene trabajando muy fuertemente en la agenda de cuidados a niños y niñas ante esta crisis global, siguiendo muy de cerca cómo la pandemia afecta a las infancias y adolescencias de Latinoamérica, incide en sus conductas y prácticas cotidianas y repercute en sus emociones.