[vc_row][vc_column][vc_column_text]Sabido es que la cuarentena produjo, entre otras cosas, la súbita suspensión de clases. Las instituciones educativas no tuvieron tiempo de prepararse para la enseñanza en forma remota. Debieron hacerlo al mismo tiempo que intentaban continuar con un ciclo lectivo totalmente irregular y de duración incierta.
La UNESCO elaboró un sistema de información de tendencias educativas en América Latina, con la idea de reflejar la manera en que los distintos países de la región fueron impulsando la planificación de la crisis, ejemplificando las intervenciones para el abordaje de la emergencia; las iniciativas que se tomaron para asegurar la continuidad educativa, donde se destaca la transferencia de recursos de aprendizaje y una reconsideración general de los métodos de evaluación; el apoyo integral a docentes, estudiantes y familias; intervenciones destinadas al cuidado de la salud y, finalmente, la organización de la reapertura de las escuelas, lo que supone una adecuada planificación de cómo pensar la vuelta a clase en un escenario de incertidumbre, debiendo cumplir con protocolos que impondrán un regreso escalonado por nivel de escolaridad, cambios en los hábitos y probablemente hasta de infraestructura edilicia.
En Equidad para la Infancia hemos insistido en reconocer la importancia que la escuela también tiene en la nutrición de las infancias más vulnerables de América Latina, y la necesidad de resguardar los comedores que allí funcionan. Ingresá a nuestro sitio web para profundizar sobre estas temáticas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]