Equidad para la Infancia participó activamente junto a organizaciones sociales de Chile, Cuba, Colombia y Argentina en el primer panel temático de la V Bienal titulado “Desigualdades Generacionales – Infancias y Juventudes: Políticas, Resistencia, Pobreza y Hambre” que contó con Pablo Vommaro, director de Investigaciones CLACSO UBA/CONICET de Argentina como moderador y con Alejandra Barcala, directora del Doctorado en Salud Mental Comunitaria de la Universidad Nacional de Lanús de Argentina como comentadora. Más de 200 asistentes se dieron cita en el auditorio del Centro Cultural y de Convenciones Teatro los Fundadores de Manizales para ser parte del debate que abordó las desigualdades desde un punto de vista multidimensional, enfatizando no sólo las dimensiones socioeconómicas sino también una multiplicidad de dimensiones entrelazadas que desde hace décadas configuran, complejizan y perpetúan este flagelo en nuestra región.
Entender y accionar para la multidimensionalidad
Todos los presentes acordaron que América Latina y el Caribe es el subcontinente más desigual del mundo y que los niños, las niñas, y los jóvenes son los más afectados. Los panelistas no sólo expusieron casos y experiencias para ayudar a comprender, interpretar y analizar estas desigualdades sociales en su multidimensionalidad, sino también dar pistas que ayuden a generar insumos para producir políticas públicas que contrarresten estas dinámicas sociales de producción y reproducción de las desigualdades sociales, es decir, políticas públicas que tiendan hacia la igualdad.
Mariela Carolina Giacoponello, investigadora del Centro de Estudios Equidad para la Infancia de The New School, compartió los resultados de acciones desarrolladas por Equidad para la Infancia a través de distintos proyectos que buscan reducir las desigualdades en las infancias y adolescencias de Latinoamérica. El principal objetivo de estas acciones es poner en agenda la medición de la pobreza multidimensional y la importancia de reflexionar sobre sobre los derechos de la infancia a los espacios públicos. También se incorporó la necesidad de dar la voz a niños, niñas y jóvenes, complementando la investigación cuantitativa con métodos que incorporen la voz, la agencia y la participación de niñas y niñas y jóvenes en esos contextos.

Derechos e igualdad
En respuesta a la reproducción del adultocentrismo y colonialismo de ciertas políticas y las prácticas, Luis Emilio Aybar, director del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello de Cuba, interpeló a la audiencia con provocadoras preguntas: ¿los jóvenes son una especie de extinción? ¿qué juventudes para qué sociedades queremos hoy? y ¿cómo pensar las luchas de emancipación de las juventudes? Desde una reflexión epistémica, teórica y ética, se generó un interesante debate sobre el protagonismo y las prácticas políticas de las juventudes actuales.
En la misma línea, Piedad Ortega, profesora de la Universidad Pedagógica Nacional y Educadora Popular de Colombia, habló sobre la violencia de la desesperanza a través de la lente de la educación popular y desde las pedagogías críticas. A través de tres narrativas, se pregunta cómo las instituciones construyen las objetividades, el lugar de los adultos y las relaciones intergeneracionales en un sistema capitalista, capacitista y neoliberal que excluye a muchos colectivos de jóvenes. También retoma la paradoja sobre cómo construir lo común, cómo plantear una pedagogía de la esperanza, y cómo repensar estas problemáticas desde el enfoque de derechos humanos.
En busca de transformaciones
Fernando Quintero del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – Colombia planteó la esencialidad de políticas públicas que retomen las voces de los niños, niñas, adolescentes y juventudes para disminuir las brechas. Quintero buscó instalar la pregunta sobre cómo desde la institucionalidad constituimos subjetividades, ya que cuando el Estado nombra a los niños, niños y jóvenes constituye subjetividades, y cómo esto también tiene efectos en el goce efectivo de los derechos de las infancias.
Los asistentes acordaron que es necesaria una igualdad que se construya desde la diferencia, una igualdad que no aplane, que no sea unívoca. Una igualdad construida desde la diversidad, desde el reconocimiento de las diferencias. Una igualdad que sea reconocida y valorada desde las políticas públicas, desde el activismo, desde la práctica política territorial, desde las resistencias. Muchos movimientos sociales, sobre todo los juveniles, se están se están levantando contra las desigualdades y están proponiendo construir igualdad en los territorios, desde las comunidades, desde la educación, desde la cultura, desde un nuevo caleidoscopio y cartografía de colectivos. Para poder comprender y acompañar lo que está pasando, es necesario que los que investigan y los que generan políticas públicas reformulen las preguntas para pensar críticamente con nuevas categorías desde lo lúdico, lo estético y el arte sin eludir las contradicciones.
Comunicación Bienal en redes: “Este panel puso sobre la mesa las realidades de las infancias y las juventudes, no desde el punto de vista de la estadística si no desde las verdaderas necesidades y transformaciones que requieren estas poblaciones sociales para su desarrollo social, educativo y político.” Enlace de la comunicacion aquí.