Alfonso Poire, representante del Movimiento Interamericano de los Derechos del Niño – MIDNI y asesor de Save the Children, aborda la necesidad de integrar los programas de formación universitaria a las agendas temáticas de las organizaciones de la sociedad civil y a sus demandas de conocimiento pertinente, relevante y útil para la práctica.
Algunos elementos que señala para pensar en esta oferta de formación son:
1.- Abordar la necesidad de formación como inversión social: Plantea que la oferta actual de formación para las organizaciones de la sociedad civil, al menos en el caso mexicano, muchas veces se reduce a la premisa de suministrar competencias organizacionales dentro de la lógica administrativa. Por tanto, considera que si bien las organizaciones requieren manejar efectiva y adecuadamente sus recursos humanos y financieros, aún existe una vacancia en la construcción de conocimientos más relacionados con temas de transformación cultural. Plantea que en cuestión de modalidades de enseñanza y producción del conocimiento, desde las organizaciones de la sociedad civil existe una demanda cautiva, en tanto sus integrantes trabajan permanentemente con determinados problemas, temáticas y necesidades.
2.- Democratizar el acceso al conocimiento: Discute aspectos como los estándares y la acreditación, entendiendo que es posible plantear modalidades que no necesariamente incluyan formalidades en la obtención de grados académicos para el desarrollo de proyectos de formación dirigidos a organizaciones de sociedad civil. Y plantea que las organizaciones podrían contar con el espacio académico para socializar los saberes que surgen desde sus propias prácticas, brindando una oportunidad de sistematización de conocimiento y para la reflexión sobre su quehacer social.
3.- Reconocer a las organizaciones en la gestión del conocimiento experto sobre derechos de la infancia: Reflexiona sobre el papel que tienen las organizaciones de la sociedad civil en la construcción del tejido social, su rol como generadoras de empleo, y las capacidades que requieren como actores del sistema económico de los países. Considera que en este punto se plantea una demanda potencial y significativa desde las organizaciones hacia la academia que podría generar algunas respuestas, por ejemplo, en temas de democratización, incidencia en políticas públicas y toma de decisiones en la construcción de las políticas.
4.- Reimpulsar la alianza de las OSC con Agencias Multilaterales: señala la necesidad de replantear esta relación institucional con miras a desarrollar una oferta de formación dirigida a democratizar el conocimiento significativo, la información privilegiada y las metodologías que se producen tanto desde las Agencias como desde las organizaciones.