En el actual contexto internacional, la pobreza y la desigualdad continúan siendo grandes obstáculos para la consolidación de derechos y la conquista del bienestar social colectivo. Aunque se han logrado avances importantes en términos del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las metas inalcanzadas y los nuevos desafíos convocan a la comunidad internacional a trazar estrategias que den un mayor énfasis a la medición y reducción de las brechas sociales. En este escenario, la noción de equidad se hace especialmente relevante y estratégica.
Existe un amplio consenso sobre muchos aspectos de la equidad, pero sobre todo, hay una amplia aceptación de la equidad como principio guía para el desarrollo nacional e internacional. Basado en resultados de investigación, Equidad para la Infancia considera que el desarrollo de una terminología coherente es esencial para el establecimiento de una respuesta intersectorial a la pobreza extrema.
Equidad para la Infancia recomienda que el lente de la equidad sea incorporado por los gobiernos, para que los datos puedan ser desagregados por sexo, edad, raza, etnia, ingresos, ubicación y discapacidad. Esto ayudará a proveer un cuadro completo sobre cómo favorecer el cumplimiento de los derechos humanos, mediante la recopilación de las mejores prácticas.
Nuestro estudio se propone impulsar un diálogo que permita brindarnos claves sobre cómo lograr una visión común de un mundo más equitativo. La investigación sirve como un compendio desde el cual estudiantes, investigadores y expertos del campo puedan ampliar sus perspectivas. El análisis revela los principios centrales de la equidad según son vistos por distintos grupos de interés y examina las causas profundas de las desigualdades, los desafíos que tenemos por delante y las recomendaciones para desarrollar nuevas estrategias. Acceda aquí al primer informe del estudio y conozca nuestras recomendaciones clave para impulsar la Equidad.
Hay diferentes enfoques sobre el concepto de equidad y diversas formas de ponerlo en práctica en el marco de programas y políticas públicas. Buscando profundizar en estas miradas y experiencias prácticas de aplicación del concepto, Equity for Children inició el proyecto Approaches to Equity (Enfoques sobre Equidad)[1]
Analizando el concepto de equidad en relación con el de igualdad, Benard Aigbokhan (Profesor de la Universidad Ambrose Alli – Nigeria) plantea que equidad es un concepto más práctico, aplicable y realista que el de igualdad, debido a que no se asume a priori la idea de resultados iguales sino que se plantean nociones como asignaciones justas y proporcionales dependiendo de las particularidades y circunstancias de cada contexto, como condición para alcanzar la igualdad de resultados. Según Alicia Ely Yamin (Directora del Programa sobre Derecho de Mujeres y Niños a la Salud – François-Xavier Bagnoud Center for Health and Human Rights de la Universidad de Harvard) en el área de la salud el concepto de equidad es más prevalente que el de igualdad, siendo que su multidimensionalidad en este contexto específico involucra aspectos como a la eficacia de los servicios en relación con los costos, la eficacia clínica de los tratamientos, así como aspectos de equidad social que involucran factores como la clase social, la raza y la etnia. Otro punto en común es la idea de que el debate sobre equidad debe examinar los efectos de las múltiples desventajas que experimentan los grupos sociales. Esto es, la forma como factores combinados de desigualdad y privaciones se cruzan durante un período o ciclo de vida, y sus implicancias en términos de las oportunidades para el desarrollo. Paul Dornan (Oficial Principal de Políticas – Young Lives, Universidad de Oxford) resalta la importancia de pensar la inequidad no solo en términos del acceso a los servicios (de saneamiento, salud, educación, etc.) y/o la exclusión de ellos, sino también las inequidades existentes en los propios sistemas. Esto es, la calidad de los servicios prestados, más allá de la cobertura y el acceso. Alejandro Acosta (Director General de la Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano – CINDE – Colombia) llama la atención sobre la interrelación entre equidad y desarrollo humano, señalando que el desarrollo humano debe ser tanto el punto de partida como el de llegada en los procesos que apunten a la igualdad y la equidad. Así, para Acosta, la equidad deriva de una concepción de desarrollo basada en las capacidades de las personas, de los grupos sociales organizados en el nivel local y nacional y de las instituciones de cada país. Desde las fundaciones que han participado en la consulta, la equidad está presente en los programas que estas desarrollan de diferentes maneras. Por ejemplo, en el caso de la Fundación Annie Casey, de acuerdo con Nonet T. Sykes (Asociada Senior en la Fundación), se trata de un enfoque nuevo para la organización. Actualmente, se brinda a su equipo las herramientas y los recursos necesarios para aplicar una ‘lente de equidad’ al trabajo. Por otro lado, según Margaret Hemple, Directora de Genero, Sexualidad y Justicia Repruductiva de la Fundación Ford, la equidad es un tema central en la conducción de su trabajo. Se busca fomentar que las personas tengan tanto oportunidades equitativas de acceso a los recursos, como que las leyes y políticas traten a las personas de una manera justa, sin discriminación basada en género, raza, clase o etnicidad. En el caso de la Fundación Summit, según Kathy Hall (Oficial Principal del Programa de Empoderamiento de la Juventud: La igualdad de las niñas y la Salud Reproductiva de Adolescentes), no se utiliza de manera explícita la noción de equidad en el enfoque de sus programas, pero se comprende que se la utiliza de manera indirecta a través de la búsqueda de la imparcialidad y justicia en el trabajo que se realiza. Finalmente, desde La Fundación Kendeda, según su Directora Ejecutiva, Dena Kimball, se abordan las cuestiones de equidad desde la inversión en programas que buscan cambiar las normas culturales y las políticas estructurales que generan desigualdades. En general, los/as entrevistados/as entienden que el aumento de las inequidades tanto a nivel global como local es multideterminado. Entre las causas apuntadas, está el límite colectivo para pensar más allá del modelo neoliberal en el ámbito global, el cual produce concentración del poder político y económico y la exclusión de la mayoría de la población. Según Hinke Haisma (Professora Associada – University of Groningen), la inequidad es inherente al sistema político neoliberal. Para Alicia Ely Yamin, desde las instituciones nacionales e internacionales, se cuestiona poco la forma en que las economías tienen que ser organizadas, el papel del Estado y del sector privado, así como los impactos socio-ambientales negativos causados por las grandes corporaciones. Por su parte, Benard Aigbokhan plantea que las políticas de gobierno favorecen a determinados sectores, los cuales tienen acceso a servicios (de salud, educación, recreación etc.) de mejor calidad. Keetie Roelen (Investigadora del Instituto de Estudios sobre Desarrollo) considera que en muchos países está ocurriendo una deconstrucción sistemática del estado de bienestar. En un contexto de crisis económica y de medidas de austeridad, en particular en los países desarrollados, el énfasis puesto en el trabajo como modo de salir de la situación de pobreza es resignificado. Con la pérdida de derechos laborales, la escasa protección del empleo y salarios que no permiten tener una vida decente, se generan graves consecuencias para las familias y sus hijos. Analizando las oportunidades de vida de los/as niños/as como factor determinante en un contexto de crecientes niveles de inequidad, Paul Dornan destaca aspectos como el impacto de la pobreza en las capacidades de desarrollo de los/as niños/as, enfatizando cómo esta influye, por ejemplo, en la nutrición infantil, la cual en niveles insuficientes, puede afectar su salud y capacidad de aprendizaje, socavando sus posibilidades futuras. En cuanto a las buenas prácticas para enfrentar las inequidades y garantizar un mejor bienestar para los/as niños/as, los/as entrevistados/as mencionan la importancia de garantizar el monitoreo presupuestario de los programas implementados y la rendición de cuentas como garantía para que los recursos y el financiamiento sean asignados e implementados de forma idónea. Asimismo, los programas de transferencia de ingresos, y sus resultados en términos de la salud y la educación de los/as niños/as son considerados importantes para enfrentar las inequidades. Respecto de las metodologías para monitorear la equidad en el ámbito de la investigación, se considera necesaria la utilización de múltiples métodos y fuentes de información, tanto cuantitativas como cualitativas, que trasciendan los límites disciplinarios, y que den cuenta del contexto -relacional, socioeconómico y cultural- de los fenómenos investigados. Se requiere también un análisis de los marcos jurídicos y normativos y también informaciones sobre presupuesto y alocación de recursos. Las Fundaciones consultadas manifestaron interés en apoyar y fortalecer proyectos que tengan un impacto en los grupos más marginados, en las organizaciones de base y que impulsen el protagonismo y el liderazgo juvenil, entendiendo a los jóvenes como catalizadores del cambio social. Algunas recomendaciones para los responsables políticos para promover la equidad son, por ejemplo, políticas de protección social capaces de sentar las bases para el desarrollo de los/as niños/as más marginados/as, para que otros programas puedan trabajar con mayor eficacia. Vea algunas recomendaciones que, en este sentido, proponemos en el marco de los ODS . Benard Aigbokhan señala la importancia de apostar en la accesibilidad y la mejoría de la calidad de la educación. Keetie Roelen hace hincapié en un aspecto poco discutido en los programas de transferencia condicionada de ingresos: los posibles efectos no deseados de tales programas, como, por ejemplo, la exclusión de los niños de familias que viven en áreas remotas que carecen del suministro de servicios o de familias donde hay muchos hijos y se hace muy difícil el cumplimiento de las condiciones. Paul Dornan llama la atención sobre la necesidad de que el crecimiento económico sea inclusivo y favorable a los pobres y, por otro lado, la importancia de trabajar con datos desagregados para observar con más detalle cómo las desigualdades se expresan al interior de los grupos y entre estos. Desde la perspectiva del ciclo de vida, Dornan plantea que las inversiones tempranas son fundamentales, pero también recalca la importancia de las inversiones sostenidas en el tiempo ya que nunca es demasiado tarde para invertir en los niños cuando se trata de evitar las iniquidades cada vez mayores. El proceso de mapear y diseminar las diversas miradas sobre la equidad, sus formas de aplicación y los impactos en la vida de los niños y las niñas está en curso. A través del proyecto Approaches to Equity se busca ofrecer una visión general sobre el pensamiento actual y las mejores prácticas en el campo, con el fin de impulsar la equidad para la infancia en la agenda pública. |
![]() En una primera fase, el proyecto reunió entrevistas y documentos clave que caracterizan los enfoques de distintas organizaciones internacionales sobre el tema. La segunda fase del proyecto se inició en febrero de 2014, buscando dar continuidad a la investigación, esta vez, a través de la interlocución con investigadores/as dedicados/as al tema y fundaciones cuyos marcos de trabajo son afines a esta noción.[2] De esta manera, se busca ampliar el espectro de la mirada, abarcando nuevos actores clave para profundizar la reflexión crítica del concepto y para el desarrollo de proyectos capaces de pautar la cuestión de la equidad en la sociedad y en la agenda pública. La investigación y las consultas realizadas por nuestro equipo, confirman que los abordajes sobre la equidad no remiten a diferencias y disparidades de carácter meramente económico, siendo necesario comprender el concepto en su complejidad y multidimensionalidad. Entre los diferentes puntos de vista relevados, es común la asociación de la equidad con la justicia, así como con la igualdad de oportunidades, de resultados y de acceso a los recursos. Las entrevistas buscaron conocer, entre otros, aspectos vinculados a la definición de equidad, sus causas, las metodologías de investigación y de monitoreo, las buenas prácticas y las recomendaciones para las políticas públicas. Las entrevistas muestran la relevancia del concepto en el debate actual y su utilidad práctica. |
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[1] El equipo impulsor del proyecto es compuesto por: Alberto Minujin (Director Ejecutivo), Güenay Salazar (Directora de Programas e Investigación), Lauren Santorso e Ismael Cid (Asistentes de Investigación)
[2] Se puede acceder a las entrevistas completas en inglés cliqueando en los hiperlinks que aparecen a lo largo de este texto.
Para profundizar: consulte el material producido en el marco del proyecto[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]