Este ensayo es una reflexión sobre la Convención los Derechos del Niño, en ocasión de sus veinte años de vigencia. Presenta un recorrido por los antecedentes del reconocimiento de los derechos de los niños y niñas, partiendo de obras, de autores de la literatura universal, como Charles Dickens y Jules Vallès, donde se describen los tortuosos caminos del maltrato, el abandono, la explotación sexual y económica, de este grupo de población, bajo la mirada indiferente de la sociedad burguesa de la segunda mitad del siglo XIX.
Estas narraciones abren el debate, en Europa y en América Latina, sobre los derechos, y es así como aparecen varios proyectos de Declaración anteriores a la Declaración de Ginebra aprobada por la Sociedad de las Naciones en 1924.
Estos proyectos se apoyan en el desarrollo conceptual de la nueva pedagogía, que también abre sus telones en las últimas décadas del siglo XIX, y acompañan todo el devenir del debate, hasta llegar a la aprobación de la Convención, que hoy consagra los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Se analiza la influencia de ese legado libertario de la pedagogía nueva en el contenido de la Convención, a través de dos entidades centrales que son la titularidad de los derechos y la protección integral, con los avances conceptuales que aportan elementos para una interpretación holística, dinámica y actual de la Convención, como son la perspectiva de género, la titularidad activa de los derechos de los niños y niñas, el reconocimiento del mundo de los niños y las niñas y las nuevas miradas sobre la discapacidad, elementos que le aportan un nuevo dinamismo y le imprimen actualidad a los postulados de la Convención.